SERIE “ANDAR CON DIOS”
Parte 8: “Poder en la Proclamación”
Semana 56: “Uno más para Cristo”
1 Corintios 9:19-23 (NVI): “Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible. Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos.Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos. ”
Introducción:
En este pasaje Pablo nos presenta el gran objetivo de su vida, el buscar por todos los medios posibles alcanzar con el Evangelio a uno más para Cristo; dándonos a entender claramente que el Evangelio de Jesucristo es una necesidad de todos los seres humanos, y no solo para algunos, sin distinción de raza, color o clase social.
Desarrollo:
Muchos piensan que el evangelio es solo para los más necesitados o para los pobres y que el resto no necesita de Dios. Esas mismas personas que piensan de esa manera creen no estar necesitadas del amor de Dios; sin darse cuenta que ellas son más pobres aún, porque su espíritu está muerto y cerrado por el engaño, sin posibilidades de recibir todas las bendiciones del Señor.
Pablo menciona varias veces la palabra TODOS, no dice un grupo especial sino dice TODOS, judíos, griegos, con ley, sin ley, jóvenes, viejos, TODOS deben ser alcanzados por el evangelio de Cristo. Pablo nos enseña que si es necesario cambiemos nuestro aspecto y nuestra forma de hablar para alcanzar a TODOS.
Recuerdo cuando tuve la oportunidad de ir a la cárcel a llevar las buenas noticias del Evangelio, tenía que vestirme y hablar de tal manera para que puedan entender que este Jesús que les estaba presentando no era muy diferente a ellos, es más, se había hecho como uno de ellos para darles su amor y perdón; me acercaba a ellos, me sentaba con ellos y los amaba tal cual eran, todo para alcanzar aunque más no fuera a uno de ellos para Cristo.
Cuando entendemos que éste es el gran objetivo que Jesús nos encomendó especialmente, comenzamos a predicar sin distinción alguna y sin discriminar, salimos de nuestro ambiente de comodidad, ya no pensamos tanto en lo que puedan decir otros sino en las buenas noticias que tenemos para compartir. Jesús también lo hacía comiendo con estafadores, prostitutas y pecadores, porque El sabía que su amor era para TODOS; El había venido a buscar lo que estaba perdido.
Aplicación:
Qué maravilloso es saber que el amor de Dios es para TODOS y que El quiere que lleguemos con su amor a otros para ganar a uno más para Cristo. Tal vez estamos conformes dónde estamos y con lo que hacemos, pero El Señor no quiere que ninguno se pierda sino que TODOS procedan al arrepentimiento.
Pregúntale a Dios dónde te necesita en este tiempo. Pablo no tenía problemas en predicarle a reyes, nobles, judíos, griegos, esclavos, etc. El Señor te quiere predicando a tus compañeros, vecinos, pobres, ricos, en Argentina o tal vez en algún país remoto del mundo; y de lo que sí estamos absolutamente seguros es que El quiere que hoy, al ver el ejemplo del Apóstol Pablo, aceptemos también nosotros el desafío de ganar a uno más para Cristo en el lugar donde El nos ha puesto especialmente para honrarle.
Editado y producido por la Iglesia Evangélica Bautista El Rey Jesús.